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EL EQUIPO CAMPEÓN

Newey reconoce los retrasos del RB8 la pasada temporada

El diseñador jefe de Red Bull admite que los cambios en la reglamentación técnica de 2012 supusieron para ellos más problemas de los que inicialmente habían previsto

MadridActualizado a
Adrian Newey tuvo que aplicarse a fondo el pasado año.
AFP

La pasada no fue una temporada sencilla para Red Bull. Consiguieron los dos títulos de Fórmula 1, pilotos y constructores, pero debieron redoblar esfuerzos para paliar el efecto nocivo que los cambios en la reglamentación técnica tuvieron en su monoplaza. La eliminación del difusor soplado, principalmente, perjudicó claramente al rendimiento del RB8, tal y como ahora ha reconocido su creador, Adrian Newey, en la revista alemana ‘Auto Motor und Sport’: “Cuando vimos la nueva reglamentación, creíamos que sus efectos serían menos perniciosos, pensábamos que podríamos compensarlo fácilmente. Sin embargo, todo aquello nos retrasó más de lo que imaginábamos”.

Según el ingeniero británico, ese imprevisto les obligó a trabajar durante muchos meses a marchas forzadas: “A causa de ello, la falta de tiempo nos obligó a acudir al primer test con un coche que tenía los escapes en la ubicación normal en la cubierta motor. Y a partir de ahí, se inició un trabajo frenético en nuestra fábrica en torno a la solución conocida como Efecto Coanda”.

Y entonces salió a relucir el ingenio de Newey: “Existía un vacío legal en las reglas que se refería a la zona posterior de la suspensión trasera. Fue así como pensamos que se podía hacer algo en ese lugar para recoger los gases de escape y llevarlos hasta donde queríamos”. Sin embargo, la FIA puso remedio a este asunto y devolvió al RB8 a la situación inicial. Más problemas para el equipo energético: “Fue difícil encontrar el equilibrio, el coche sufría de subviraje y sobreviraje, incluso en ocasiones ambos al mismo tiempo”.

Es por tales limitaciones por lo que Newey lanza una reflexión en la revista alemana: “Las reglas son cada vez más estrictas y vamos hacia una especie de GP1. ¿Es eso lo que queremos? Me sorprende que otros equipos quieran aprobar cada vez más restricciones cuando nos reunimos a hablar del asunto. Este deporte es una lucha entre hombres, pero también entre máquina”.