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FÓRMULA 1 | PERFIL DE ADRIAN NEWEY

Así es Adrian Newey, el 'padre' del coche campeón de Vettel

Así es Adrian Newey, diseñador de los monoplazas con los que el alemán Sebastian Vettel y Red Bull han dominado los tres últimos años y medio la Fórmula Uno.

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Así es Adrian Newey, el 'padre' del coche campeón de Vettel

El inglés Adrian Newey, diseñador de los monoplazas con los que el alemán Sebastian Vettel y Red Bull han dominado los tres últimos años y medio la Fórmula Uno, es el ''gurú'' de la aerodinámica, y, en gran parte, el máximo responsable de los éxitos del flamante tricampeón más joven del mundo. Vettel se proclamó hoy, con 25 años y 145 días, el triple campeón del mundo más joven de la historia, después de batir el récord del malogrado Ayrton Senna -que en 1991 logró su tercer título para Brasil- en el circuito de Interlagos. Exactamente una semana después de que en el recién estrenado Circuito de las Américas de Austin (Texas) celebrase su tercera corona de constructores consecutiva Red Bull. Es la tercera escudería, después de Williams y McLaren con la que Newey ha ganado Mundiales por equipos.

Newey es el padre directo del monoplaza con el que Vettel ha logrado veinticinco de sus 26 victorias, cinco de ellas la temporada 2010, cuando le "quitó" el título en la última carrera, en Abu Dabi, al español Fernando Alonso (Ferrari). Once las obtuvo durante el año pasado, en el que Vettel y la escudería austríaca de la bebida energética "arrasaron"'' en el Mundial, que dejaron virtualmente sentenciado a mitad de una temporada en la que el Red Bull arrancó desde la primera posición de la parrilla en todas las carreras menos una, la de Corea del Sur, donde la ''pole'' se la apuntó el inglés Lewis Hamilton (McLaren).

En quince ocasiones lo hizo el propio Vettel, que también batió durante el pasado curso el récord de ''poles'' en una misma temporada que detentaba el inglés Nigel Mansell, que en 1992 -el año que ganó su título mundial- salió catorce veces desde la primera posición. El ingeniero "estrella" de la Fórmula Uno vio la luz hace 53 años en Stratford-upon-Avon, la localidad en la que nació otro genio, William Shakespeare, y se vinculó a los circuitos a finales de la década de los ochenta, con la escudería March, en una época en la que la aerodinámica no jugaba un papel fundamental en el diseño de los monoplazas. Newey no destacó en su primer equipo y Williams, la escudería que lleva el apellido de Sir Frank y fue fundada por éste y Patrick Head en 1977, aprovechó su salida de March para contratarlo a finales de 1990. Al año siguiente, Williams rozó la victoria con Mansell -el cuarto piloto con más triunfos en la historia de la F1, con 31, uno más que Alonso, que hoy acabó el mundial segundo, a tres puntos de Vettel-, al que finalmente en 1992 Newey le diseñó el coche ganador con el que lograría su único título el primer piloto que ganó un Mundial con un coche del gurú de la aerodinámica.. El año siguiente, Newey -del que dicen que no usa ordenadores en su trabajo- dibujó el coche con el que el francés Alain Prost -ganador en 1985, 86 y 89, con McLaren, y al que sólo supera en victorias el alemán Michael Schumacher- capturó su cuarta corona. Y en 1994, la primera temporada triunfal del ''Kaiser'' -que logró los dos primeros de sus siete títulos ese año y al siguiente con Benetton (los demás, entre 2000 y 2004, con Ferrari)- Williams no ganó el de pilotos, pero firmó su tercer título consecutivo de constructores. Tras el segundo título de Schumacher, Williams festejó a dos nuevos campeones: el inglés Damon Hill, que ganó en 1996, y el canadiense Jacques Villeneuve, vencedor en 1997.

Newey pasó luego a McLaren, escudería para la que conquistó dos títulos de pilotos, en 1998 y 1999, el finlandés Mika Hakkinen, que aún le discutió el de 2000 a Schumacher, que comenzó a forjar a partir de ahí su leyenda: un reinado deportivo que llegó a su fin en 2005 con el primero de los dos títulos de Alonso con Renault. Red Bull -propiedad del magnate austriaco Dietrich Mateschitz- compró Jaguar y debutó en Fórmula Uno en 2005. A finales de esa temporada anunció el fichaje de Newey, que no diseñó el coche de 2006, pero sí intervino en el de los años siguientes, mejorándolo hasta lograr las primeras victorias en 2009. Fue Vettel -que había ganado su primer Gran Premio un año antes, a bordo de un Toro Rosso (del que también era corresponsable indirecto Newey), en Monza- el que inauguró el casillero de triunfos de Red Bull, en China, donde firmó, en la tercera carrera de 2009, un doblete junto a su compañero australiano Mark Webber, que ha logrado sus nueve victorias en F1 para la escudería que dirige el inglés Christian Horner. Cuatro de ellas en 2010, el año del primer título del pequeño ''Kaiser'', que ''voló'' hacia su segundo Mundial el año pasado y que volvió a festejar hoy un nuevo título. Esta vez -sin quitarle méritos- de nuevo por los pelos y por delante de Alonso. El tercero en cadena. En un monoplaza diseñado por Adrian Newey.