Alonso busca un milagro para neutralizar a Vettel

Lo primero que hizo ayer Michael Schumacher nada más bajar de su Mercedes fue buscar con la mirada a su heredero. El más grande para la estadística se quitó su casco rojo, recuerdo de otras épocas, y se fue a por Sebastian Vettel, que ya ensayaba con la mente el gesto de un instante después.

Dedo índice al cielo y sonrisa de campeón. Nueva pole, la 36 en su carrera, la sexta de este año por dos de Fernando Alonso. Así es imposible, simplemente... Mientras el asturiano terminó noveno a 1,6 segundos de su rival, sale por la parte sucia desde la octava posición por la sanción de cinco puestos a Grosjean, tras sustituir su caja de cambios, lo hace en un circuito de Austin en el que será complicado adelantar, delante tiene a Maldonado y detrás al francés de Lotus, su rival está en la pole y...

Y a pesar de todo al bajarse del monoplaza naranja, rojo fue en otra época, dijo que piensa quitar puntos a Vettel hoy. No sabe por qué. Nadie lo sabe. Ninguno de los millones de seguidores del asturiano, que ayer aún creían en el título de su ídolo, saben por qué razón aún confían en un éxito para el que se necesita un milagro. Y lo tiene que hacer Fernando. Porque ni su escudería, ni la marca que suministra los neumáticos parecen dispuestas a hacer nada extraordinario para que el campeonato siga vivo hasta la cita final de dentro de una semana en Brasil.

Ayer el tiempo del español fue peor que el de su compañero Felipe Massa. Hay dos razones para ello: la primera, que la vuelta de Fernando no fue la mejor de las que ha hecho este año, no estuvo tan acertado como en otras ocasiones, este trazado le gusta, pero el asfalto le tiene desconcertado, el coche no agarra como le gustaría y se nota en su pilotaje. Al menos a una vuelta.

Y la segunda, que en Pirelli se han equivocado de pleno si querían dar emoción al Mundial. Y es que la elección de las gomas con un asfalto que apenas degrada no es la mejor. Aquí debieron traer los blandos y superblandos para equilibrar un poco la balanza entre un coche con una carga aerodinámica estratosférica y el resto.

Pero han optado por la táctica más conservadora de los duros. "Tendremos que parar porque lo exige el reglamento", decía De la Rosa ayer. Y lleva un HRT. Precisamente un amigo de Pedro, Lewis Hamilton, fue el único capaz de meterse entre los Red Bull. El británico sale segundo, tercero Webber, después el Lotus de Raikkonen y quinto, el Mercedes de Schumacher en el puesto que debería haber sido el máximo para Alonso ayer.

Felipe Massa es sexto con el Ferrari sin la mayor parte de las evoluciones importantes. Y ése es uno de los problemas de la Scuderia. ¿Cómo es posible que el escudero sin el monoplaza mejorado termine por delante de su caballo ganador? Por ejemplo porque salió con gomas usadas. Error de Ferrari.

Tras la calificación pudo haber una sanción a Webber, por no parar en el pesaje obligatorio, y también a Schumacher, por bloquear a Alonso en la Q1. Pero no llegó ni una, ni otra. Así que Alonso, eso... a por el milagro.