Vettel se queja de que su Red Bull no es rápido

Como si le persiguieran los demonios, Sebastian Vettel corría por el paddock de Spa en dirección a los boxes. El campeón casi saltaba los escalones de las escaleras que separan ambos mundos cuando se encontró con un par de tipos a los que no pudo evitar saludar. Stefano Domenicali y Martin Whitmarsh, jefes de Ferrari y McLaren respectivamente, charlaban animadamente cuando el joven alemán se paró en seco, claro, para hablar con ellos.

Ambos le despidieron con una caricia en la nuca, colleja lo llamaría un castizo. El dominador del pasado Mundial no está teniendo suerte este año, sobre todo en su especialidad, la calificación, los tiempos a una vuelta. Ayer no se clasificó para la Q3 y saldrá décimo. Además fue sancionado con 10.000 euros, que paga el equipo, por practicar salidas desde el pit lane. Así se une a Schumacher, Webber, Rosberg y Maldonado. A Vettel le preocupa más la falta de velocidad de su Red Bull: "La vuelta fue buena, no cometí ningún error, pero está claro que no somos rápidos".

Después alargó su respuesta: "Me sentí bien por la mañana, las vueltas no salían pero el coche iba bien. No hubo nada obvio que fallara por la tarde, estuve contento con mi vuelta, fue limpia pero no lo suficientemente rápida. Es una pena perderse la Q3 por sólo un pequeño margen, pero esto es así. Ya hemos visto en los últimos GGPP que nuestro coche es bueno en carrera y veremos lo que podemos hacer".