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Fórmula 1 | GP de Alemania

En Alonso se puede confiar

Magnífica victoria del asturiano en Hockenheim. Ferrari y el piloto supieron gestionar con acierto los neumáticos. Ya saca 34 al segundo en el Mundial.

Actualizado a
<b>NUEVA ALEGRÍA EN ROJO. </b>Los mecánicos de Ferrari celebran con Fernando Alonso una victoria que refuerza el liderato mundialista del piloto español.

Ya se habían ido todos, los que cruzaron la meta por detrás, pero Fernando Alonso seguía explicando lo que no era posible a los que cuentan su historia cuando decenas de personas intentaban acercarse al héroe. Se paró, una vez, foto; otra, autógrafo, una más, más fotos y de repente el español se fue a por un amigo italiano. Stefano Domenicali recibió el abrazo de su piloto, de su apuesta, del tipo que le hace feliz. Como a tantos otros.

Hay que reconocer una cosa al jefe de Ferrari. Y es que, a diferencia de lo que hicieron en su momento en McLaren, cree en el bueno por encima de todo, confía en el talento, fichó al mejor y le da lo que pide, le otorga el crédito que merece. Y eso a veces también es complicado. Saber reconocer no sólo lo bueno, sino al mejor. No es tan fácil. Aunque hay casos más sencillos. Éste es uno. Porque si existía debate, Fernando lo está dejando en charla entre amigos.

Existe consenso en el paddock, entre los que viven cada fin de semana este deporte espectáculo de locos que se juegan la vida viviendo deprisa: el bueno, el realmente bueno, es el español. Y además está en Ferrari, leyenda italiana. España, Italia... incluso Grecia, guiño de Alonso a Nikolas Tombazis, diseñador de su coche humillado por Newey. También lo merecen. Los buenos, en fin. Hablaremos luego de eso, de crisis y Merkel, de palabras en el corazón germano...

Una exhibición.Pero antes hay que contar lo que vimos ayer. Y eso fue una exhibición, otra más de ése en el que siempre hay que confiar. Sucede con Nadal, Gasol, Lorenzo, Casillas o Iniesta. Por ejemplo... Antes de la carrera, junto a su escudero Bendinelli, una especie de Gualterio Malatesta repleto de bondad, me cruzo con el campeón en la parrilla. "Vamos, Fernando", le digo. Mira, levanta el pulgar, asiente. Serio. Concentrado. Tranquilo que ésta la gano, parece decir.

Arrancaba desde la pole con Vettel cerca y Schumacher detrás, entre alemanes de los libros de historia de la Fórmula 1. Salió bien mientras Seb y Michael peleaban por una posición. Duró poco. Pronto el de Red Bull se lanzó a por el Ferrari rojo. Lo intentó en una persecución de liebre contra ratón. Pero no pudo. Primera parada y el asturiano aumenta su ventaja. En ese stint, Hamilton, doblado tras un pinchazo, pasó a Sebastian y lo intentó con Alonso como un niño al que le han quitado el balón y lanza piedras a las paredes. Por detrás ya llegaba Button, que volvió al podio por arte de magia después de una racha negativa. ¿Qué ha pasado con Jenson? Quizá nunca se sepa la verdad. Tras la segunda parada Fernando sigue primero, pero ahora el McLaren de Button pasa por delante de Vettel. Cambio de rival.

Como un reloj. El británico llega muy cerca del bicampeón rojo, pero pronto Alonso regresa a su ser de reloj español y va ganando décima a décima ventaja hasta llegar a los cinco segundos. La batalla fue entre los perseguidores. Vettel contra Button, duelo de violinistas que terminó fuera de la pista. Ahí se tuvo que ir el Red Bull para pasar al McLaren. Sanción posterior. Y Seb, quinto. Raikkonen, ganar un puesto que no pudo disfrutar en el podio. Mientras, Alonso dejaba claro que ser español no tiene tanto riesgo danzando entre cuadros.

El instante para siempre llegó después. Hay que ser muy bueno para que te aplaudan aquellos que podrían sentirse ofendidos. Dicen los que escriben libros de historia que nadie tuvo guerreros más fieros ni genios que los españoles.

Un luchador. Ayer, en este nuevo campo de batalla que es el deporte, volvió a ganar este asturiano, uno que entre risas es capaz de decir "España es Asturias, lo demás, tierra conquistada". Conquista. "La situación no está muy bien en España, pero un piloto español, en un coche italiano diseñado por un griego... está bien ganar aquí", dijo Alonso a Niki Lauda cuando el austríaco le preguntó en el podio, donde después los alemanes le aplaudían, sobre rescates, primas y dinero que estamos pagando. Europa en crisis. España en crisis, necesita de guerreros y genios. De buenos en los que confiar.