Implicado en diversos escándalos

Kimi Raikkonen nunca ha sido un piloto convencional. Muchos han cuestionado con frecuencia su profesionalidad, que no su talento, y él mismo reconoce que le gusta disfrutar de la vida: le encantan las mujeres, las motos, las fiestas... y el alcohol. Una actitud que le costó en 2007 la separación de Jenni Dahlman, la atractiva modelo con la que se había casado en 2004, hastiada de los excesos del piloto. El detonante de la ruptura, según diversas fuentes, fue que Miss Escandinavia de 2001 encontró a su marido acompañado de cuatro jóvenes en su propia casa como colofón a una sonada juerga en Finlandia...

Poco antes también protagonizó un escándalo en Más Palomas (Canarias), en estado de embriaguez, así como en Londres, cuando estuvo a punto de ser detenido por bailar desnudo en un club y sufrir un altercado con sus responsables.

Pero Iceman no sólo dejaba sus celebraciones para el invierno, lejos de las carreras, porque igualmente tuvo una enorme repercusión su juerga tras el GP de Hungría 2006, de la que hay diferentes versiones: unos aseguran que perdió su cartera con toda la documentación y unos 5.000 euros en metálico, mientras que otros dicen que ése fue el importe de la multa que la policía húngara le puso por conducir bajo los efectos de la bebida...