Renault confirmó ayer la venta de una "parte amplia" de su escudería a la sociedad luxemburguesa Genii Capital, lo que le permitirá seguir compitiendo en el Mundial de Fórmula 1 al menos durante 2010. Aunque el porcentaje del accionariado traspasado no se ha hecho público, el inversor Gerard Lopez ya avanzó que su intención era hacerse con tres cuartas partes del equipo francés.

Renault ha querido reafirmar con esta operación su interés por la máxima competición automovilística, aunque algunos analistas lo interpretan como el primer paso hacia su retirada definitiva de los grandes premios. De hecho, sin la inyección económica que supone la venta hubiera sido difícil que Carlos Ghons, el presidente de la marca, hubiera admitido continuar con sus planes deportivos.

Y es que la situación de Renault F1 se presentaba complicada con la retirada de varios patrocinadores (entre ellos el principal, el banco holandés ING), y no pocas dificultades para encontrar quienes los sustituyeran tras el escándalo que protagonizaron el pasado año. Ahora, con los recursos de Genii podrán mantener en funcionamiento sus fábricas, tanto de chasis en Enstone (Gran Bretaña) como la de motores en Viry-Chatillon (Francia). Además, con ello seguirán proveyendo de sus propulsores al equipo Red Bull.

Bernard Rey, el presidente de la escudería, fue el encargado de comunicar el acuerdo: "Nuestro anuncio confirma el compromiso de Renault con la Fórmula 1. El entusiasmo y las cualidades comerciales de nuestro nuevo socio estratégico aportarán dinamismo al equipo, además de poder contentar a nuestros seguidores y potenciar un campeonato más austero y seguro, mejorando el desarrollo ecológico de la especialidad".

Tras esta carta de intenciones, el contrato definitivo entre las partes se firmará a comienzos de 2010.