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Fórmula 1 | La intrahistoria

Para empezar, las duchas rotas

Pese a los miles de millones que cuesta urbanizar la isla, han surgido los primeros problemas en los hoteles

Carlos Miguel
Actualizado a

El desarrollo urbanístico de la isla Yas se basa mayoritariamente en el circuito de Fórmula 1, sus tres hoteles, el futuro parque temático de Ferrari y una tremenda autopista al centro de Abu Dhabi. Y por eso su coste excede lo imaginable, esos más de 26.000 millones de euros. Los primeros problemas se han vivido en los hoteles cercanos al circuito. En el cinco estrellas que adorna estas páginas y donde están los pilotos las cosas funcionan. Y no es para menos, la noche de estancia se cobra a más de mil euros al día.

Sin embargo, a apenas cien metros de la pista hay dos hoteles de cuatro estrellas que fueron inaugurados el pasado martes (pronto abrirán cuatro más), y que tienen los primeros problemas de juventud. Al llegar a la habitación, los integrantes de uno de los equipos de la GP2 Asia se encontraron con que las duchas no funcionaban. Otros de sus miembros vieron a los obreros en plena fase de finalización del alicatado, con el yeso en el suelo y la gorra hacia atrás. Así que tuvieron que dormir en el centro de esta metrópolis del Golfo Pérsico, a unos 40 kilómetros de la pista. Los obreros que han trabajado en esta vasta obra no son locales (no se les permite, no lo necesitan), sino filipinos, indios o pakistaníes. Y lo han hecho en unas condiciones durísimas, con 46 grados en pleno verano. Ayer hubo 35 grados.

El trazado del circuito responde a los postulados de Tilke, con una entrada a meta y un final de recta que recuerdan a los de Bahrain y debería permitir los adelantamientos. Después tiene una zona mixta y otra, junto al hotel, realmente lenta. Sin embargo, lo que estremece a los pilotos es una salida del pit lane en un túnel con una curva a izquierdas seguido de otro viraje en subida a derechas. Lo curioso del caso es que ahí la velocidad ya es libre y puede haber más de un accidente, incluso con el agravante de la noche.