Mi sueño es correr algún día en F-1". Esta frase la repite en todas las entrevistas que concede en cualquiera de los seis idiomas que habla. Lo hace desde el principio de su carrera, porque Simona de Silvestro siempre lo ha tenido claro. Con 21 años recién cumplidos, esta italiana nacida en la localidad suiza de Thun (tiene doble nacionalidad) ha ido dando pasos hacia su objetivo.

Por eso no le importó irse a Estados Unidos, con 17 años, para disputar la Fórmula BMW tras haber debutado en monoplazas en la F-Renault 2.0 Italia. Tras esa campaña no vio salidas en Europa y buscó opciones. Ahora, en su tercer año en la Atlantic Championship, puede hacer historia. Ser pionera en el siglo XXI.

Es líder, con cuatro victorias (antes sólo Katherine Legge había logrado una) y mañana, en Monterey, se puede convertir en la primera mujer que gana un campeonato internacional de monoplazas. Aventaja en siete puntos a Summerton y en diez a Edwards. Le vale ser segunda o tercera si Summerton no logra el punto de la pole. Lo siguiente es volver a Europa en 2010 para disputar la GP2 (ya hizo un test con Campos en 2007) o seguir en EEUU y disputar la IndyCar. Toda una escalera diseñada para llegar al piso más alto. Ahora su mente pasa por ganar en California, la mejor manera de asegurarse el título.