La llegada de Fernando Alonso a Ferrari no ha sido improvisada. Aunque la escudería se empeñe oficialmente en decir que sí. De hecho, según ha podido saber AS, se cerró hace ahora casi dos años. En otoño de 2007, concretamente en noviembre, el asturiano firmó un contrato oficial como piloto titular de Maranello. De 2011 a 2014, ambos inclusive (aunque con opción de dos más dos).
Había incompatibilidades con los contratos en vigor de Massa y Raikkonen, y era lo más que le podían ofrecer en ese momento, pero tanto Domenicali como Montezemolo le dijeron que estuviera atento, porque podrían reclamarle antes. Por eso, en la secuencia de hechos que sucedió al adiós del bicampeón a McLaren, fue tan importante y decisiva la libertad contractual que le dio Renault para irse en este 2009 si quería.
Con Red Bull, el equipo finalista junto a la escudería francesa, la libertad dependía de unos malos resultados. Además, Briatore le ofreció el contrato de su vida. Sin casi eventos comerciales, con un sueldo anual de 35 millones, la escudería a sus pies Ha fallado el coche, pero al menos Fernando recuperó la sonrisa y las ganas de competir.
Pero volvamos a ese primer contrato, cerrado antes de que Fernando se decantara por su escudería para 2008. El ovetense logró antes que nada su primer objetivo, fichar por Maranello. El papel, o mejor dicho, sus más de 180 páginas, están en el Contract Recognision Board (Oficina de Reconocimiento de Contratos) de Ginebra. El organismo tutelado por abogados de la FIA donde las escuderías depositan la letra pequeña que les une a sus estrellas.
Durante todo el año pasado el galanteo fue constante. A finales de verano, tal y como contamos en este diario, Ferrari le dice a Alonso que le quiere cuanto antes, seguro para 2010 y probable para 2009. Y se mantienen las conversaciones para adelantar su llegada a esta misma campaña. Fernando debía contestar a Renault sobre su renovación el 30 de septiembre, pero consiguió renegociar esa cláusula por escrito a la espera de la posible llamada roja. Lo retrasó hasta el uno de noviembre. Y así lo reconoció hace unos días en Monza el propio Briatore: "Hasta Brasil no supe la decisión de Alonso de seguir con Renault, porque antes estaba negociando con Ferrari".
Montezemolo no se atrevió a dar el paso de echar a Kimi por el coste económico, más de 30 millones, y de imagen. Alonso renovó con el equipo francés, pero a la par, hace un año firmó una opción para correr en Ferrari desde 2010. Esta opción se ha ejecutado en septiembre y se ha formalizado en una ampliación de su contrato por un año más, el que viene. La suerte de Fernando, ahora que se ciernen recortes económicos sobre algunos pilotos, es que en 2007 no había crisis.
