Todo comenzó como un rumor en Alemania, que acabó siendo una inesperada noticia en pocas horas. Ni siquiera los pilotos conocían la decisión de la junta directiva de BMW. Sin embargo, la confirmación llegó mediada la mañana de ayer cuando los máximos dirigentes lo anunciaron en rueda de prensa.
"La decisión de abandonar la Fórmula 1 es una decisión difícil. Por supuesto, nos habría encantado seguir y demostrar que este año ha sido simplemente una transición después de tres temporadas exitosas, pero puedo entender el porqué de esta decisión tomada desde una perspectiva empresarial", afirmaba el jefe del equipo, Mario Theissen.
Eso sí, el mandamás en la competición aseguró que se esforzarán al máximo en los siete grandes premios que quedan: "Ahora nos centraremos en las carreras que restan por disputarse esta temporada y seguiremos mostrando nuestro espíritu competitivo para intentar despedirnos de la F-1 con un buen resultado".
Menos nostálgico con la despedida se mostró el presidente del grupo, Norbert Reithofer: "Revisamos continuamente todos los proyectos e iniciativas para asegurar su futura sostenibilidad y viabilidad. Esta decisión se sitúa como un paso clave en nuestra estrategia de recuperación".
Quizá la mejor explicación la dio el miembro del consejo de administración, Klaus Draeger: "Sólo necesitábamos tres años para establecernos como uno de los equipos punteros de la parrilla con el BMW Sauber... Desafortunadamente no hemos sido capaces de cumplir con las expectativas este año". Es decir, es una cuestión económica y deportiva. La apuesta de BMW cuando adquirió la escudería Sauber, el 22 de junio de 2005, era una apuesta ganadora. Hasta entonces su participación en la F-1 había sido suministrando motores. Comenzaron en 1982 como proveedor de Brabham y su primera victoria llegó con Nelson Piquet en el GP de Brasil de 1983. En 1987 se marcharon para regresar en el 2000 como socios de Williams. Ganaron diez grandes premios y lograron 17 poles. Por eso decidieron apostar por su equipo independiente.
Estreno en Valencia.
Su puesta de largo fue en la 'Ciudad de las Artes y las Ciencias' de la capital del Turia, el 17 de enero de 2006. "Todavía nos queda un largo trecho por delante. El 2006 debe ser un año de transición y sería prematuro marcarnos cualquier tipo de objetivo deportivo. Hace falta paciencia y resistencia, pero nosotros contamos con ambas", decía entonces Mario Theissen. Ayer, todos esos planes de futuro se acabaron. Ahora los cientos de empleados de la factoría de Hinwil, en Suiza, trabajarán esperando a que alguien se haga cargo del equipo en la próxima temporada para que el número de despidos sea el menor posible.
