El órdago lanzado el viernes por las escuderías parece que ha resultado, definitivamente, efectivo. La FOTA amenazó con el inicio del campeonato paralelo y Max Mosley se está viendo obligado a dar un paso atrás. Al menos así lo ha dejado entrever en declaraciones a la BBC, aunque en esta batalla dialéctica hay que poner cualquier declaración en cuarentena: "No veo motivos para demandar a los equipos. Estamos hablando permanente con todos. Estoy convencido de que todo volverá a la normalidad, sólo queda saber cuándo ocurrirá".

El presidente de la FIA se muestra así mucho más dialogante y conciliador con quienes hace horas eran sus enemigos irreconciliables a los que pensaba demandar ante los tribunales por el incumplimiento de sus obligaciones: "Nuestras posturas están próximas, los aspectos que nos separan son mínimos y en esa situación podemos sentarnos y arreglarlo de forma rápida". Sorprendente, cuando la ruptura apunta ya hacia una posición irreversible: "Les hemos dicho a los equipos que estamos dispuestos a negociar. Ahora ellos deberán tomarse algo de tiempo para tener una posición común y saber lo que quieren. Pero cuando lo decidan, nosotros estaremos listos".

En el otro lado del cuadrilátero, por el contrario, se mostró ayer Bernie Ecclestone, que negó que hubiera ofrecido eliminar el tope presupuestario para 2010: "Nadie está hablando de cancelar el limite presupuestario. Nadie va a cancelar nada, las reglas son las reglas. Yo no he dicho eso. Nunca. No crean lo que leen en los periódicos".