La mañana de ayer estuvo protagonizada por una reunión de los ocho jefes de equipo integrantes de la FOTA (Asociación de Constructores) en el despacho de Briatore en el motorhome de Renault. Se trataba de tomar una postura común ante el ablandamiento mostrado públicamente por Mosley, dispuesto a no emprender ya acciones legales. Y el acuerdo fue el de la inflexibilidad y la bandera del campeonato paralelo. Si Mosley no se va, en una semana anunciarán los detalles de las nuevas series FOTA para 2010.

Esta postura la escenificó perfectamente el propio Flavio después de la carrera: "¿Acercamiento? En ningún caso. Nosotros hemos tomado nuestra propia decisión y ya está. No hay nada más que discutir. La FIA siempre nos ha cerrado la puerta. Hemos decidido hacer nuestro propio campeonato y después de lo que decida el Consejo Mundial anunciaremos nuestro campeonato. Será la próxima semana y no sé lo que dirá el Consejo. No hay negociaciones ni sé lo que ha dicho Bernie".

Cuando le mentan a Mosley y sus promesas de acuerdo, el magnate italiano eleva el tono de su profunda voz ronca y contesta: "No me interesa lo que diga Mosley. No es nunca más nuestro interlocutor. Basta. En mi opinión, su actitud en su vida personal no es la adecuada de un presidente de la FIA. Bernie es mi amigo desde hace años y conoce la postura de la FOTA. Y no va a dejar de serlo, aunque pensemos distinto en los negocios. Pero él y CVC sí ponen dinero, otro sólo hace juegos de poder".

Briatore también habló del pésimo resultado de su equipo en Silverstone: "Renault debe mejorar. Si hubiéramos salido bien habríamos terminado delante de Massa. Tenemos que mejorar en calificación porque cuando Fernando iba solo los tiempos salían. Eran buenos. Pero cuando partes de detrás y hay un problema en la salida no se puede recuperar. Era imposible adelantar en pista".

Y explicó las próximas mejoras del R29: "Tenemos una evolución importante para Nurburgring. Hay previstas tres mejoras en lo que queda de año. Le seguirá otra en agosto".