Hamilton se encamina de forma decidida e irreprochable a su primer título mundial. Con un coche que tracciona mejor que ningún otro de la parrilla y dos pilotos rivales, Massa y Raikkonen, en estado de shock, el inglés fue una apisonadora y hasta supo rehacerse de un error táctico de McLaren. El equipo británico decidió mantenerle en pista después de la salida del coche de seguridad y Lewis, que salió detrás de Kovalainen, supo remontar hasta su cuarta victoria del año.

Primero Heikki se dejó pasar de manera descarada y el líder del Mundial reconoció de forma velada las prohibidas órdenes de equipo: "Tengo que darle las gracias a Heikki, que ha hecho un gran trabajo de equipo porque no podía luchar conmigo, yo era más veloz". Después se fue a por el brasileño de Ferrari, al que adelantó sin contemplaciones y mandó a la escapatoria cuando el piloto del coche número dos intentó devolvérsela.

Fue el momento cumbre de una carrera en la que la estrella de McLaren le endosó cuatro y siete puntos respectivamente a Massa y a Raikkonen. ¿O el que llevaba el coche era su amigo Wilander? El campeón estuvo muy apagado y terminó sexto. Se vio algo perjudicado por tener que esperar a que repostara su compañero, pero la sensación es que Ferrari ha entrado en una severa crisis. Las cámaras a bordo demuestran que sus pilotos se pegan mucho más con el volante que antes. En lugar de evolucionar van para atrás. Necesitan para 2009 a Fernando Alonso, porque uno trabaja pero no llega y el otro sabe, pero a veces parece no querer.

El asturiano logró su peor resultado del año pese a batallar con todo para ir para delante. Pero su R28 dio una demostración de lo que es una nula capacidad de tracción y terminó la carrera undécimo. La clave estuvo en las primeras vueltas, cuando Fernando llegó a superar a Trulli y su coche se quedó sorprendentemente parado a la salida de la curva. Kubica aprovechó para rebasarle y Fernando pasó de la cuarta a la sexta plaza. El gran premio cambió radicalmente para él, que pasó de poder correr con aire a tener que ir pegado al coche de delante en cada curva. La peor circunstancia para el monoplaza, que degrada entonces las ruedas en cada cruzada. Y con la aspiración del de delante y el aire sucio se rompe la aerodinámica y se acentúan los defectos.

Imposible adelantar.

Es un coche con el que no se puede pasar a nadie en seco porque no tiene estabilidad en frenada ni potencia a la salida de la curva. En un momento de la carrera su ingeniero de pista le gritó que intentara adelantar al Toro Rosso de Vettel. Y Alonso le respondió por radio: "¡Necesitaría dos motores para poder adelantarle"! En sus batallas el piloto de detrás siempre sacaba provecho. En una de sus coladas le pasó Rosberg, el único al que le devolvió el adelantamiento, pero lo estropeó con un postrero trompo en el último tercio de la carrera. Después de cargar con el peso del equipo para alcanzar el podio al final, la gloria se la ha llevado un sorprendente Piquet, segundo en meta, que le dio a Renault su primer cajón del año tras tocarle la lotería del coche de seguridad y de hacer su única parada justo una vuelta antes de que saliera a pista el Mercedes que pilota Bern Maylander. En ese momento era 14º a 80 segundos de la cabeza. Se estrelló Timo Glock porque se le rompió la suspensión trasera (por suerte está bien) y el brasileño se quedó tercero en pista pegado a Heidfeld y el líder Hamilton (que hicieron lo mismo).

Ese golpe de la fortuna fue la clave de un podio fraguado también en la suavidad con la que trató sus neumáticos blandos mientras estuvo con la carrera neutralizada y en el hecho de no tener que batallar con nadie en la parte final. Massa se mostró incapaz de acercarse al Renault, perjudicado por sus problemas de frenos en el tercio final.

Es la primera vez que un Piquet sube al podio desde que su padre terminara tercero el GP de Bélgica de 1991. Y el primero en el que hay dos brasileños desde que Senna acompañara a Nelson en aquella misma carrera. Nelsinho llegó a ser líder hasta que le pasó Lewis. Sobre él pesaba un ultimátum para que mejorara sus resultados si quería seguir en 2009. Ahora nadie se acuerda y su equipo se queda a dos puntos del cuarto lugar en constructores. Ojalá algún día la suerte vuelva a sonreírle al piloto que terminó la carrera cabizbajo en el box de al lado.