Cuando Pedro de la Rosa llegó a McLaren en 2003 le sorprendió ver a un adolescente de rasgos aniñados salir del simulador del equipo y andar por todos los departamentos. Desde que era un chaval y pudo llegar a los pedales, Lewis Hamilton intentaba emular virtualmente a los pilotos titulares. Por eso se conoce tan bien todos los circuitos y es un miembro de la familia laboral y anímica de Ron Dennis. Tutelado desde 1997 y con un contrato de plata desde el 98, ayer se hizo oficial su renovación hasta 2012. Cinco años más de contrato en los que, según cuenta la prensa inglesa, alcanzará unos emolumentos de superestrella, con un sueldo de 23 millones de euros anuales.
El dueño de McLaren estaba exultante. Ya ha conseguido lo que quería, convertir a su pupilo en la piedra filosofal de su iglesia de las carreras: "Lewis excedió todas las previsiones para un debutante en su primera temporada, incluso para nosotros, que le conocíamos. Este anuncio elevará nuestra relación con él a quince años, que creo se encuentra entre las relaciones más largas entre un deportista y un equipo, especialmente en el automovilismo. Este es un gran desafío para todos, incluido Anthony. Hamilton es un excepcional ser humano y continuará siendo un valor de este equipo. Esperamos poder tener, junto con Heikki, un año muy competitivo".
La estrella inglesa también se muestra feliz con el acuerdo: "Es fantástico para mí que McLaren haya extendido mi contrato. Estoy vinculado a ellos desde 1998 y siento que podría fácilmente pilotar para este equipo el resto de mi carrera en Fórmula 1. Estoy en el sitio adecuado para luchar por ganar carreras y por los títulos de pilotos y de constructores. Disfruto trabajando junto a Heikki, Pedro y Gary en la preparación del Mundial 2008. Estamos muy motivados para hacer que el MP4/23 sea competitivo en la primera prueba en Melbourne". Es curioso, hace sólo medio año se ofreció a varios equipos por su bajo sueldo y Briatore llegó a redactarle un contrato por si quería fichar por Renault. Las loas al inglés concluyen con la versión de Mercedes. Nobert Haug, que ha olvidado los escándalos de Hungría y Mónaco, habla del papel de Anthony: "Lewis representa públicamente a la perfección a la escudería y su padre y familia juegan un papel fundamental en el desarrollo de esas virtudes".
