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Raids | Dakar 2008

Mazazo económico para los participantes

Las pérdidas serán muy cuantiosas para todos los integrantes del Dakar, desde las grandes marcas a los equipos privados, pasando por patrocinadores y organización

M. F.
Actualizado a

Más allá de sentimientos, ilusiones y sueños está lo que no tiene que ver con el alma ni con la poesía: el dinero. Y la decisión de suspender el Dakar es un golpe muy duro para la economía africana, pero también para la situación de los participantes, equipos, marcas y pilotos, sobre todo los privados. "Ahora a ver cómo explicamos esto a los patrocinadores", se lamentaba Antonio Ramos. Mientras, el piloto de helicóptero de la Guardia Civil, José Manuel Salinero, también estaba muy disgustado: "Es un palo muy fuerte, porque llevamos todo el año trabajando y preparando esta carrera. Y también está el asunto del dinero, que los patrocinadores tendrán que comprender". Un piloto privado de motos, como ha sido en múltiples ocasiones el caso de un Rafa Ciscar que ayer estaba destrozado y defraudado, puede llegar a pedir un crédito de hasta 100.000 euros para disputar esta prueba. Ahora es un dinero que tienen muy difícil devolver.

Un equipo semiprivado suele tener un presupuesto total cercano a los 200.000 euros, y con el camión y el coche de asistencia, la moto, etcétera, la inscripción supone unos 45.000, el único importe que será devuelto por la organización. En cuanto a los oficiales, los equipos que disputan la victoria, la situación también es catastrófica. Desde Repsol, Javier Inclán, responsable del área de patrocinios, no quería entrar en valoraciones económicas: "Nuestra preocupación es arropar a los pilotos, que están desolados, y hacer que siga adelante el Dakar Solidario". Sin embargo, fuentes del equipo confirmaron que la inversión de KTM-Repsol puede llegar a los 3,5 millones de euros y ahora la organización únicamente les devolverá la inscripción, unos doce mil.

Peor estaban las cosas en los coches, donde mayor inversión se realiza. Mitsubishi y Volkswagen aportan grandes cantidades de dinero para participar e intentar vencer en el Lago Rosa. Y no sólo estamos hablando de esta prueba sino de lo que supone todo el año corriendo la Copa del Mundo y los entrenamientos, todo ello encaminado al Dakar. Por ejemplo, el valor de un Race Touareg es de un millón y medio de euros. Para una edición, Volkswagen, puede llegar a invertir alrededor de veinte millones de euros. Y ahora esa inversión está en el aire. La continuidad de estas marcas en el Dakar no está asegurada.

Patrocinadores, pilotos, países enteros para los que esta prueba suponía una parte importante de su producto interior bruto, pierden con su anulación. Recuperarse de este golpe va a ser muy complicado.