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Kimi, el tercer hombre

Fórmula 1 | Kimi Raikkonen

Kimi, el tercer hombre

Raikkonen, subcampeón del mundo en 2003 y 2005 tras Schumacher y Alonso, entró en la historia en Interlagos con su primer título mundial. El talentoso piloto finlandés, de 28 años, se ha beneficiado este año de la lucha en McLaren entre el bicampeón español y su compañero Hamilton.

Jenni Maria Dahlman no deja a Kimi Raikkonen montar a caballo. Tiene miedo. Cuando el campeón le regaló un corcel árabe a su esposa, una belleza gigante que fue Miss Escandinavia 2000, intentó que el animal fuese, al instante, lo más veloz posible. Al final acabó gritando como un loco para intentar parar al equino. Y es que la principal virtud de este nórdico perfecto, piel blanca y pelo rubio cortado a cepillo, no es su excesiva tranquilidad, ni su afición al esquí, ni siquiera el talento sobrenatural que tiene para ir deprisa en un monoplaza de Fórmula 1. El finlandés, de 28 años, es un apasionado de la velocidad. Pronto y rapido. Esta pareja además de los caballos tiene dos perros, un pastor alemán que se llama Aksu y un Jack Russell Terrier, llamado Peppi. Quizá con sus animales Kimi deje ver su oculta felicidad...

Ayer, cuando consiguió su primer título mundial, apenas asomó una pequeña curva en sus labios, un gesto de satisfacción, al que le faltó algo de alegría para mutar en una sonrisa. Ésa fue la forma de celebrar una sorpresa de esas que la vida otorga, a veces, sólo de cuando en cuando en los momentos en los que el azar se empeña en aportar sus líneas al libro del destino.

Sucesor de Schumacher.

Pero el primer título del finlandés no ha sido ningún regalo, ni se ha producido por mera suerte, el de Ferrari ha ganado seis carreras este año, más que nadie, está en el mejor equipo y tiene en sus manos el mejor coche de la parrilla. Iceman era uno de los elegidos por la historia como sucesor del gran Michael Schumacher y ha tenido que sustituir al alemán en la escudería italiana para conseguir su primer y ansiado título mundial.

Su primer contacto con la competición se produjo con dos años cuando a su hermano mayor Rami le regalaron una bici de cross, una Italietti. A los ocho años se subió a un kart y con diez ganó en su primera carrera oficial. Inicios complicados en los que la ayuda de sus padres, Matti, conductor de máquina de las que asfaltan carreteras, y su madre Paula, funcionaria, fue fundamental. El cabeza de familia incluso trabajó a la vez como portero en bares de copas y taxista con la intención de conseguir el dinero suficiente para que su hijo compitiese. En el kárting fue campeón de Finlandia y se enfrentó con Fernando Alonso, al que echó de la pista en una carrera en Mónaco.

Debutó en monoplazas en 1999 con el equipo Haywood Racing y acabó tercero en su primera carrera. Más tarde compitió en la Fórmula Ford Euro Cup y después, en 2000, ganó la Fórmula Renault británica con siete triunfos en diez pruebas. Peter Sauber se fijó en él y con una superlicencia por cortesía de la FIA corrió su primera carrera en F-1 con el equipo suizo en 2001. Australia, el mismo día que el bicampeón asturiano se enfrentaba al reto de Minardi. Los dos juntos con Montoya en medio. Veinte minutos antes de la prueba de Melbourne le tuvieron que despertar...

A McLaren.

Un gran año en Sauber le sirvió para sustituir a Mika Hakkinen en McLaren. La de 2003 fue su primera gran temporada, ganó su primer gran premio en Malaisia y acabó segundo tras Schumacher. Al año siguiente su coche de plata se rompía una y otra vez, y en 2005, nuevo subcampeonato. Tenía el coche más veloz, pero el genio de Alonso y la escasa fiabilidad de su McLaren le volvieron a dejar segundo. El año pasado, el monoplaza le dejó sin victorias. No es evolucionar el coche lo que mejor sabe hacer. Y llegó el cambio a Ferrari, la mejor escudería de la historia. Coche rojo, rostro alegre, juergas en Canarias, rápido, muy rápido, Italia, equipo de verdad, un disfraz de gorila, seis victorias, dos segundos, cuatro terceros, reto conseguido, cavallino... rampante. El tercer hombre. Mal menor. Kimi, hielo puro de Espoo, ya es campeón del mundo.

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