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No fue un chivatazo de Fernando

Yo digo Víctor Seara

No fue un chivatazo de Fernando

No es una cuestión de chivatos. Es importante que quede claro que lo que tuvo que hacer Fernando Alonso ante la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) fue algo ineludible, obligatorio, que podía tener serias consecuencias en su futuro como piloto. Que quede claro que no ha ido a sentenciar a nadie, aunque el estigma de acusador le haya caído en muchas partes del planeta, sobre todo en Inglaterra. En su carta a los pilotos de McLaren, el mismo presidente de la FIA, Max Mosley, aseguraba que podría haber serias consecuencias para los que se ponen al volante de los monoplazas de plata de no comunicar cualquier asunto que conociesen, y que pudiese ser una evidencia relevante para el caso que tendrá el día 13 su veredicto.

La gran diferencia entre un piloto como Fernando Alonso y otros cuantos de los que compiten en la Fórmula 1 es que el español tiene la posibilidad de elegir dentro de la F-1. Es una voz, aunque algunos no quieran, que tiene que hacerse oír, y que tiene la autoridad necesaria para no dejarse imponer nada. Estamos hablando del último gran campeón de este deporte. Su trayectoria, sus más de cien carreras y sus dos títulos mundiales le avalan. Desde luego que Alonso no es un piloto que alquila su asiento para poder correr. A este joven asturiano le pagan por realizar su oficio, por correr en una pista con un coche de carreras. Y le pagan mucho. El campeón, más que nadie, tiene que hacer todo lo posible para salvaguardar su reputación y su futuro como piloto en este deporte.

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