Nunca antes en la historia reciente de la Fórmula 1 un equipo había prohibido a sus pilotos acudir un jueves al circuito donde se celebra el gran premio. Se trata de una jornada en la que se reúnen con los ingenieros, pero que básicamente está centrada en la presencia de las estrellas en los distintos medios de comunicación. Ayer McLaren les dijo a sus pilotos que no acudieran al trazado turco. En Hungría sí fueron, pero estuvieron mudos. A este paso en la siguiente carrera van a saltarse también la comparecencia del viernes...

Fernando Alonso sí que habló en un evento de Vodafone con unos chavales turcos del kárting. El asturiano dio tres vueltas al circuito y entregó los trofeos, como en Barcelona. Antes de comenzar la escueta rueda de prensa, la responsable de comunicación de las Flechas de Plata dijo que el asturiano se levantaría de la mesa si le preguntaban sobre Hungría, la polémica o simplemente su compañero Lewis Hamilton. Así que habló de lo importante que han sido en su vida los karts. Después, el equipo le proporcionó a las televisiones un vídeo en el que le preguntaban ¡sobre su carrera en Nurburgring! Budapest, sencillamente, no existe. Se trató de una pesadilla pasajera.

La razón oficial de la ausencia de ambos pilotos también era descacharrante. En su programa diario el líder y segundo clasificado en el Mundial tenían previsto un encuentro, el habitual con sus ingenieros. La escudería decidió realizarlo en el Hotel Conrad de Estambul, donde duermen los pilotos y el propio Dennis, "para evitar los fuertes atascos", según comentó un portavoz. La realidad es que Ron se reunió por primera vez con sus dos estrellas para reconducir la situación. Ninguneado e insultado a gritos por ambos pilotos en Hungaroring, el veterano dueño de McLaren intenta recuperar un poder que ha perdido por la indisciplina de Hamilton. ¿Cómo va a obedecer a partir de ahora una orden el bicampeón del mundo? Alonso se vio respaldado por su equipo ante la FIA, pero no entiende que la primera denuncia de un piloto contra sus empleadores se quede sólo en una ausencia en el podio de cara a la galería.

Ni comprende el comunicado lanzado desde las Flechas de Plata para lavar la imagen del inglés o que se diga que tenían pensado pasar unos días juntos en vacaciones. Rigurosamente falso. El caso es que el jefe inglés de McLaren tampoco se encontró ayer caramelos en esa breve reunión. Y su ausencia enfadó sobremanera a Ecclestone, el dueño del negocio, que no entiende tanta sobreprotección y se teme otra bronca: "No sé lo que les pasará este fin de semana".