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Alonso se convierte en leyenda de la F-1

Fórmula 1 | GP de Brasil

Alonso se convierte en leyenda de la F-1

Alonso se convierte en leyenda de la F-1

El asturiano conquistó un nuevo título mundial con un emotivo segundo puesto en su última carrera con Renault, que también ganó en constructores. Schumacher realizó una gran remontada hasta la cuarta plaza

Gracias, por todo. Gracias por este fantástico trabajo. Todo el año ha sido un placer enorme para mí. Todos estos años. Ésta es la mejor despedida posible de la escudería. Mucha suerte para el futuro". Entre sollozos, Fernando Alonso felicitó por radio a su equipo y les agradeció su segunda corona. Fue una llegada a boxes rota de emoción, que comenzó por un "¡Toma!" y que terminó con su subida al coche. Esta vez no hubo ningún juego especial. El nuevo bicampeón mundial de Fórmula 1 estaba embargado por la emoción. Después de una carrera impecable, en la que terminó segundo pese a llevar su motor al ochenta por ciento de su rendimiento, pasó a Kimi Raikkonen por estrategia y no tuvo ningún problema en aguantar durante buena parte del gran premio a Jenson Button.

Un poco más atrás llegaba Michael Schumacher, se abrazaba al impecable vencedor Felipe Massa y se despedía de la F-1. Le echaremos de menos. Los coches rojos eran los más veloces (como durante casi toda la segunda mitad del año). Su tremendo adelantamiento a Raikkonen y su remontada desde la decimonovena plaza después de sufrir un reventón demuestra que aún tenía cuerda para seguir. Es un grande del deporte mundial. Echamos en falta alguna oposición mayor de algunos de sus amigos en la parrilla cuando iba a pasarles. Sólo Kimi, quinto, dejó bien claro al mundo que es un auténtico piloto de carreras. Al borde de la colisión en varios momentos.

Schumi se va por sus 37 años, pero también porque un piloto asturiano le ha ganado en buena lid dos años consecutivos. En el primero pudo tener la excusa del coche, pero esta vez se ha enfrentado a un fenómeno intratable de la naturaleza. Capaz de arrasar cuando su monoplaza era el mejor (en los primeros grandes premios) y vencer también cuando ya no lo era.

Un rodillo que acaba de lograr con sólo 25 años lo que Michael aún no había conseguido a su edad. Ni siquiera Fittipaldi, que era vencedor más precoz de la historia. Alonso ha sumado 134 puntos esta temporada, uno más que la marca del año pasado, la tercera más alta de la historia. Ha vuelto a sumar siete victorias y la friolera de catorce podios en dieciocho carreras. Esa capacidad para extraer petróleo de todas las situaciones se ha hecho legendaria. A lo largo de su carrera deportiva son ya 37 podios, uno más que Kimi Raikkonen con 17 carreras menos. Sus quince victorias le colocan a la altura de campeones como Graham Hill o Jack Brabham.

Acumula 381 puntos y es el undécimo de la historia en esta clasificación. Su reino parece no tener fin. Ahora la duda es si McLaren, que ni siquiera consiguió meter a sus pilotos en el podio, podrá asegurarle un coche para volver a luchar por el título. De la Rosa finalizó octavo desde la duodécima plaza. El catalán hizo lo que pudo, pero la táctica de hacer sólo una parada con neumáticos blandos fue un auténtico desastre. Alonso está convencido de que podrá conseguirlo, entre otras cosas porque, sin Michael en pista, les saca varios cuerpos de ventaja al resto de rivales.

Un deseo.

Al llegar a los boxes, Remy Tafin, el ingeniero de motores del coche número uno, le pidió a Alonso que apretara a fondo el acelerador para romper el propulsor. Y Fernando se negó: "Quiero conservarlo intacto por si algún día puedo tenerlo en un museo en Oviedo". La estrella española aún espera que le den el coche de 2005. Ahora quiere que hagan lo mismo con el R26. En el podio Alonso repitió la dedicatoria a la escudería y se dio un baño en champán. Minutos después compareció ante la prensa y se fundió uno por uno en un abrazo con los periodistas que le hemos acompañado este año en los circuitos. "Gracias, gracias por todo", repetía sin cesar.

Tras hablar con las televisiones, llegó el momento de recibir el beso de la okupa de su corazón y el apoyo de su mánager. Era una alegría contagiosa. Desde Sao Paulo a la casa de los Alonso en Oviedo, el Palacio de Congresos, o los espectadores que esperaban en el Bernabéu el Madrid-Barça. El mundo se rinde ante una corona conseguida con mucho más esfuerzo que la anterior e incluso con la influencia nociva de los árbitros. Y en un equipo del que se marcha y con unas ruedas que dejan la F-1.

Hasta Briatore se sintió embargado con un día grande en la historia de las carreras. Este 22 de octubre en el que Massa acabó con la maldición de los brasileños en su carrera de casa (no vencía un piloto local desde 1993) y el italiano lograba su séptima corona: "Llevaba tres días sin dormir. Estoy muy mayor ya para un final tan emocionante. Fernando ha realizado una carrera fantástica. Con él hemos conseguido cuatro títulos y sólo puedo darle las gracias. Ganar a Ferrari vale el doble por las circunstancias. Y en esos momentos difíciles que hemos tenido hemos mantenido la unidad. Se ha hecho justicia porque Alonso es el piloto que menos errores ha cometido. Felicidades también a 'Schumi' por la gran carrera que ha realizado". A Schumi su escudería le dio las gracias con diez minutos de aplausos horas después de la carrera y una pancarta en la que ponía: "Grazie, Michael".

Alain Dassas, presidente de Renault, también mostró su admiración al piloto asturiano: "Es un gran campeón y lo echaremos de menos en 2007. Lo que ha realizado estas temporadas con nosotros es increíble".

Después, Alonso se fue a ver a su tropa, los mecánicos, que le levantaron y voltearon al cielo acompañado de una bandera española repleta de dedicatorias. Se produjo también la reivindicación de Michelin, y ahora espera la fiesta más grande, la que el próximo fin de semana vivirá en Oviedo, con sus paisanos. Esos que le han apoyado en los momentos más duros y pasaron la noche en vela para festejar que su ídolo es ya una leyenda de las cuatro ruedas. Es el sexto piloto de la historia (junto a Ascari, Brabham, Prost, Schumacher y Hakkinen) que repite corona después de lograr su primer título mundial.

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