A pesar de todo, vamos a ganar

Ahora sólo caben dos opciones: seguir quejándonos o sacar la bandera del optimismo y confiar en el sprint final. Fernando Alonso cree que ganará este Mundial. Y yo también lo creo. El objetivo se ha complicado pero eso le dará aún más mérito cuando se consiga. Los comisarios de la Fórmula 1 llevan tiempo tomando decisiones sospechosas y ya sólo les queda imponer que Fernando lleve ruedas cuadradas y un remolque detrás. ¿Le habrán dado un despacho a Luciano Moggi en Maranello para que mueva sus hilos? Cuando personajes tan ajenos al universo Renault como Pedro de la Rosa, Niki Lauda o incluso periodistas italianos hablan de injusticia y vergüenza es porque ya son muchos los que empiezan a ver que la manzana está podrida.

Desde ayer se investiga si los de rojo son ladrones disfrazados de policías, acusando a todos bajo el amparo protector de sus secuaces de la FIA, mientras con la otra mano están robando la cartera a los demás. Cuando unos empleados se ponen máscaras y monos impermeables para tratar las ruedas entre la calificación y la carrera seguro que no es para evitar mancharse el traje de los domingos. Eso sí, el juez dirá que es para una fiesta de disfraces. Aún así, no es el momento de lamentarnos. Hay que bajar del tanque y coger la bayoneta para luchar cuerpo a cuerpo en la trinchera, aun sabiendo que ellos disparan con balas de cañón. Y ahí, Alonso se siente Napoleón en el campo de batalla. Hay que intentar llegar a la meta como sea. Aunque nos quiten el carné por puntos.