Satisfechos y encantados de haberse conocido. Así afrontaron Bernie Ecclestone y Max Mosley la extensa entrevista conjunta a la que se sometieron para la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), y que ayer distribuyó dicho organismo a todos los medios. Los máximos responsables de la Fórmula 1 dieron por bueno el acuerdo alcanzado recientemente con los constructores, por el cual se establecen las bases de este deporte, tanto deportivas como comerciales, a partir de 2008 y que, según ellos, garantiza su futuro.

Ambos dirigentes apostaron también por la congelación del desarrollo tecnológico, que afectaría en primer lugar a los motores. Es sabido que su propuesta incluye la utilización del mismo propulsor durante tres temporadas, algo a lo que se opone, entre otros, McLaren. "No es como si le dijeras al Real Madrid que juegue los tres próximos años con los mismos jugadores. Se parece más a si les dices que utilicen el mismo tipo de botas", explicó Mosley. "Ahora todos los equipos están en un nivel parecido, por lo que tendríamos que aprobar esa norma lo antes posible para que los equipos con más dinero no tengan oportunidad para desarrollar más sus motores. Si nos fijamos, los equipos que piden más tecnología son aquéllos que están detrás. Ahora ellos pueden desarrollar sus coches, ¿y qué hacen? Perder. Tendrían más oportunidades de ganar sin tanta tecnología".

Por su parte, Bernie Ecclestone subrayó la importancia de ampliar el número de grandes premios: "Sería bueno tener veinte carreras, y llevarlas allá donde interesen a la gente. Me llamaron lunático por hacer un gran premio en China o en Turquía, pero lo hice porque era bueno para los equipos".

Además, el magnate británico se mostró convencido de la continuidad de Michael Schumacher en 2007: "Sé que seguirá. Tanto si gana el título este año como si no lo hace. No veo razón para que no continúe".