Un médico para controlar los excesos de Kimi
McLaren ha contratado para atender a Raikkonen a Aki Hintsa, un doctor especialista en medicina deportiva que cuida, como ya hizo con Mika Hakkinen, de que su compatriota lleve una vida ordenada

El problema de Kimi Raikkonen con su afición al vodka no fue una invención de la prensa. Ron Dennis llegó a preocuparse seriamente después de las juergas invernales de 2004. Dos de ellas, muy sonadas, en Canarias y Londres. Y durante 2005 pensó que su afición moderada durante la temporada, pero impropia de un deportista, podía influir a la larga en una pérdida de forma física y, por tanto, de rendimiento.
Para evitarlo este año, la escudería McLaren ha contratado a un hombre que le controla y le sigue en cada desplazamiento. Vigila lo que come, lo que bebe y es un acompañante más del entorno del finlandés. Según ha podido saber AS, se trata de Aki Hintsa, un doctor finlandés con cargo de jefe médico del Comité Olímpico de su país.
Oficialmente, Hintsa es un colaborador de Direxiv, uno de los patrocinadores de la escudería, y que entró en McLaren para ocuparse fundamentalmente de temas relacionados con la preparación y puesta a punto de los pilotos. Y no es la primera vez que trabaja con Ron Dennis, ya que encauzó en su momento la afición algo desmedida al alcohol de otro gran piloto finlandés, el bicampeón Mika Hakkinen. De él llegó a convertirse en su sombra y fue uno de los culpables de que el mayor rival de Schumacher durante una época llegara a tener una preparación física al menos decente.
A Raikkonen no le queda más remedio que aceptar esta imposición porque, entre las razones que le pueden costar la rescisión de contrato a un piloto, se encuentra la mala preparación física y el descuido de sus deberes como profesional. Y no es la primera vez que a uno de los dos hombres de McLaren le colocan una niñera para que le siga allá donde vaya. A Montoya ya le asignaron al preparador físico de la escudería, un marine retirado, para que limitara su afición a las hamburguesas y las patatas fritas. Perdió claramente peso respecto a los seis kilos que le sobraban en Williams, pero no acabó de lograr entonces buenos resultados.
En la parte final de la temporada pasada, ya liberado de la presión, Juan Pablo engordó, pero encontró el rendimiento perdido. A veces es mejor que una estrella de nivel esté contenta con sus aficiones...
Quizá en el caso de Kimi pase algo similar, siempre que no le dé por beber antes de una carrera, claro está. Por otra parte, esta noticia explica porque a Iceman le gusta muchas veces desayunar en la habitación. Así evita tener que vérselas con su cuidador, que también le dicta lo que debe o no comer.
Optimista.
Muy concentrado en las carreras y con más moral que el año pasado, el brillante finlandés prometió ayer en Kuala Lumpur, durante un acto promocional, ir a por la victoria en la cita malaya: "Podemos acabar en Sepang más arriba del tercer puesto. En Bahrain demostramos que el MP4/21 es muy competitivo, incluso repleto de gasolina, y muy veloz respecto a los otros monoplazas. Llego al GP de Malaisia con la intención de realizar una gran calificación". Si sube al podio, después tendrá algunos días libres para celebrarlo como él quiera en alguna isla perdida antes de irse a Australia con su inseparable Hintsa.