Tradicional concentración de Ferrari en la estación invernal de Madonna di Campiglio (Italia). Entre grandes comilonas y días de esquí y grappa, ayer fue el turno de escuchar a la gran novedad del año, el brasileño Felipe Massa. Al menos, este veinteañero no ha cometido el error de su antecesor en el cargo de compañero de Michael Schumacher, Rubens Barrichello, que clamó durante seis largas temporadas que ese año iba a batir al 'Kaiser'.

El simpático piloto procedente de Sauber desmintió, eso sí, que él hubiera firmado cláusula alguna de ser el segundo hombre de la escudería: "Mi contrato no dice nada sobre eso. Sólo dice que tengo que dar el máximo y que el equipo me dará el máximo apoyo, tal y como he podido ver en las pruebas. Los dos coches serán iguales. Pero es indudable que si aquí corre un piloto que le ha dado a la escudería cinco años de gloria después de veinte de sequía, lo más normal es que tenga un apoyo enorme de Ferrari".

Además, Massa dijo que no le importan las especulaciones sobre una posible llegada de Rossi en 2007. No le ve preparado: "Es bonito que un piloto llegue de MotoGP, pero la Fórmula 1 es muy diferente. Se necesita experiencia y aquí todos hemos pilotado en karts desde los ocho años. Él tomará la decisión que quiera, pero necesita para correr al menos un año de probador".