A pesar del cansancio, una extraña sensación de alivio se dejaba ver en el rostro de Isidre Esteve al llegar a la población de Atar. Se presentaba en esta edición del Telefónica-Dakar como uno de los principales favoritos, el más fiable de entre los pilotos españoles, dotado de una experiencia importante en la carrera y con una capacidad incuestionable para llevar una moto de raid.
Sin embargo, hasta esta novena etapa se había mostrado dubitativo, excesivamente preocupado por ocupar el papel de líder en un equipo con dos pilotos con muchas posibilidades para ganar. Finalmente despertó. Ayer, en Atar, logró su primera victoria de etapa en la carrera y además ascender puestos en una clasificación general ahora con Fabricio Meoni como líder, con Esteve a nueve minutos y Marc Coma, cuarto a poco menos de cinco. Coma no estaba preocupado. El catalán consideraba lógico ceder el primer puesto y achacaba su perdida de tiempo al hecho de salir en las primeras posiciones en la etapa de ayer.
El recorrido era rápido y se esperaba batalla entre los primeros, pero no grandes diferencias como en la etapa que llegó a Tichit, que ya se ha ganado su hueco en la historia de esta carrera. El francés Fretigne, con su Yamaha de dos ruedas motrices, intentó marcharse desde el principio, pero su escasa condición como navegador le hizo perderse una vez más, aunque después pudo contactar con el grupo de Meoni, Coma, Cox, Caldecott y Despres, en el que aún no estaba Esteve. Pero el ilerdense, en un arranque de furia y calidad, logró contactar primero con ellos y después ganar la etapa con una cierta diferencia sobre Meoni y los demás. El resto de españoles fueron llegando poco a poco, con Víctor Rivera demostrando ser el mejor de la otra carrera, mientras Amador Ferrer, el hombre al que ayudamos a continuar y que llegó a Tichit con el alma rota, tuvo que abandonar.
Roma cedió cuatro horas.
Estaba feliz ayer el que fuera campeón de la Copa del Mundo de esquí, Luc Alphand. El francés logró la victoria de etapa en coches imponiéndose al gran patrón de la carrera, el galo Stephane Peterhansel, que fue segundo y sigue líder. Nani Roma vivió su jornada más negra desde el inicio del raid. El de Folgueroles rompió la dirección varios kilómetros antes de llegar al tercer control de paso y se dejó casi cuatro horas con respecto a sus compañeros de equipo Alphand y Peterhasel. Ahora es octavo en la clasificación y ve alejarse de forma casi definitiva las opciones de podio, pero como él contaba en estas páginas, esto puede cambiar de un día para otro.
Quienes siguen paso a paso y con buena letra son Salvador Serviá y su compañero de equipo, Enrique Palacios. Entre los dos suman 125 años y ya son undécimos en la general del Dakar, favorecidos sobre todo por la tremenda escabechina de la etapa de Tichit.
Accidente del qatarí Al Attiyah
Naser Al Attiyah (BMW), compañero del español José Luis Monterde y cuarto hasta ayer, tuvo que abandonar tras sufrir un accidente. El qatarí resultó ileso, pero su copiloto, Alain Guéhenec, sí que necesitó asistencia médica.
