Estas leyendo

He olvidado la palabra dormir

Yo digo | Manuel Franco

He olvidado la palabra dormir

Amaneció el día con la arena en la cara y el cuerpo cubierto de polvo. La haima que se utiliza para el restaurante fue mi refugio en un día en que la tienda amenazaba con regresar a casa volando. La noche duró muchas horas, pero dormir ha pasado a ser un concepto olvidado para este reportero. En este lugar el polvo se mete hasta en las ranuras de un tatuaje de amor y las moscas vuelan en busca de algo de sangre donde vivir. Es uno de los sitios donde peor lo pasamos y el viento se ha empeñado en que nos quedemos aquí un día más. Han anulado la etapa y será complicado trabajar. Un grupo de militares mauritanos me para. Sólo quieren que les informe sobre el rally. Al hablar español, el comandante Mohamed Said esboza su sonrisa para explicarme que estudió en Carabanchel y que este verano fue a ver a un amigo que trabaja en un pueblecito de Madrid llamado Valdemorillo. Dice que se lo pasó muy bien este verano en un mercado medieval que montaron unos jóvenes del Ayuntamiento y entonces la emoción vuelve a hacerme su visita diaria y un poco de agua recorre mis mejillas en este desierto.

También te puede interesar