Son jóvenes, atractivas y tienen esa determinación en la voz de las mujeres que están decididas a llevar sus sueños al terreno de la verdad. El sueño de Julia y Beatriz García, dos hermanas madrileñas, es llegar a Dakar. Ilusión, ganas, nervios, capacidad, son algunas de las cualidades que rebosan en el cajón de las virtudes de esta piloto y copiloto que saldrán de Barcelona con el único objetivo de acabar paseando por las playas de Senegal, de ver el lago Rosa.
"Somos conscientes de que alguien nos verá como una anécdota, pero nosotras no queremos poner el coche muy bonito, que se nos vea en Barcelona, hacer un par de etapas e irnos a casa. Queremos acabar la prueba y vamos a luchar para conseguirlo", explica Julia, con esa esperanza que caracteriza a los debutantes. Para ella será su primer Dakar, pero esta carrera siempre ha estado presente en su vida. Su padre participó en la prueba en dos ocasiones y su hermana, Julia, la que pilotará el coche, logró convertirse en la pasada edición en la primera mujer española que terminaba el Dakar.
Beatriz condujo un camión en 2004 y este año será el primero en el que participe en cuatro ruedas. El coche será un Mitsubishi Montero V6 casi de serie, con algunas modificaciones en amortiguadores y poco más. Les acompañará un camión de asistencia que se ha llevado gran parte del presupuesto de estas dos hermanas, pero que será muy importante en las etapas maratón. Beatriz, a pesar de la experiencia del anterior raid, está tan entusiasmada como su hermana con el proyecto: "Ya conozco algo sobre los secretos de esta aventura, pero aún me falta mucho por descubrir. En Marruecos, con terreno pedregoso, me defenderé mejor. Las etapas de Mauritania con más arena serán más difíciles para mí, pero espero que podamos superarlas, tenemos que llegar como sea". Estas hermanas están enamoradas del Dakar. El pasado año Beatriz pidió vacaciones para participar y en la empresa de renting en la que trabajaba le respondieron que incluso era ella quien debía días de trabajo. Ahora trabaja en Wurth, que patrocina el coche a cambio de días libres. Julia, una auténtica preciosidad que aún no ha llegado a los treinta, es azafata en el AVE y ha recibido todo tipo de facilidades por parte del organismo público.
Barcelona, el primero de año, es el día en que estas dos madrileñas comenzarán a hacer realidad su sueño: ser las primeras españolas en terminar la prueba más dura del mundo del motor: el Barcelona-Dakar.
