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Alzamora disfrutó de la Honda RC211V oficial

Motociclismo | MotoGP

Alzamora disfrutó de la Honda RC211V oficial

Alzamora disfrutó de la Honda RC211V oficial

ÁLVARO RIVERO

El ex campeón mundial de 125cc en 1999 tuvo la oportunidad de probar en Jerez la moto de Barros. "La potencia es lo que más impresiona", dijo después de cinco vueltas

Emilio Alzamora, campeón del mundo de 125cc en 1999, sigue implicado con el mundo de la competición tras su retirada del pasado año. Dirige el equipo RACC-Cajamadrid de jóvenes pilotos (en el que milita Aleix Espargaró, flamante campeón de España de 125 con sólo quince años), es uno de los puntales de la Escuela Monlau de Barcelona (donde se forma pilotos y técnicos de competición) y colabora con algunos medios de comunicación. Precisamente, estando en Jerez para probar para prensa especializada la moto de Andrea Dovizioso, campeón de 125 en 2004, le cayó un dulce caramelo: subirse en la Honda oficial de MotoGP.

El ilerdense mantiene una magnífica relación con su antigua marca y por eso le hicieron tan apetecible propuesta. Dicho y hecho: Emilio se subió a la RC211V para dar cinco vueltas al trazado gaditano. Y, pese a que se lo tomó con calma, disfrutó de lo lindo: "Ha sido toda una experiencia, la verdad es que me ha encantado, aunque he ido con mucho cuidado, no era cuestión de caerse. Lo que más me ha impresionado es la potencia, es algo brutal. Pero al mismo tiempo, es sorprendente lo fácil que es de llevar esta moto, perdona cualquier error; si te cuelas un poco, vuelves a dar gas y sale desde abajo como un misil. Es impresionante".

De todos modos, sabe bien que las cosas pueden ser muy distintas a la hora de ir a por faena: "Yo he rodado poco y despacio. Claro que acabarse esta moto ya es otra cosa, exprimir el motor hasta su límite exige muchísima atención, hay que estar muy concentrado si no quieres tener problemas ".

Frenada y aceleración también le llamaron mucho la atención: "Es importante ser progresivo con el mando del gas, porque en todo momento da la impresión de que la rueda delantera quiere salir disparada hacia el cielo, ha sido algo nuevo para mí, acostumbrado a motores más pequeños. También es una pasada cómo frenan los discos de carbono".

Una categoría a su medida

Emilio Alzamora es un piloto de estatura considerable para lo que es habitual en el motociclismo. Por eso una máquina del tamaño de MotoGP le va como anillo al dedo: "La verdad es que me he sentido muy cómodo, aunque la postura es claramente de carreras, con los brazos un poco forzados sobre el depósito para llegar al manillar. Pero todo me caía bastante en su sitio y me ha parecido que me hubiera adaptado bien, con tiempo claro, al pilotaje de un cohete de estos. Pero eso es algo que ya nunca sabré, mi carrera deportiva fue por otros derroteros y tampoco me fue mal. Lo único que puedo hacer es agradecer a Honda la oportunidad que me han dado".

Se mantiene en forma con sus pilotos

Emilio Alzamora se mantiene en forma porque habitualmente se entrena con los jóvenes pilotos de su equipo. Con ellos sale muy a menudo a rodar en supermotard y también participa en su preparación física. Por ese mismo motivo, se presentó en Jerez pertrechado de un mono y un casco con los colores de su escudería.

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