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Motociclismo | GP de Qatar

Sábado de gloria

Colosal balance de los españoles en el circuito de Losail. Venció Lorenzo y lo hizo Sete Gibernau, que vuelve así a la lucha por el título de MotoGP tras la caída de Rossi; además, podios de Bautista, Pedrosa y Xaus.

Actualizado a
<b>DESDE LA SALIDA. </b>Sete Gibernau (15) dejó bien claras sus intenciones desde la arrancada, lo mismo que Rubén Xaus (11). Rossi, más atrás en el centro, intentaba remontar.

La visita al desértico circuito de Losail no podía haber salido mejor para los intereses de los pilotos españoles que, dicho sea de paso, es para lo que viajamos hasta aquí. Visto lo acontecido en las tres carreras de ayer, me sale el grito del alma: ¡Qatar español! Ya dije que ni Gibraltar, ni gaitas, que ¡Le Mans español! cuando se consiguió el triplete en un inolvidable 25 de mayo francés, pero es que nuestros pilotos están dispuestos a conquistar el planeta entero si hace falta.

Para la historia quedará que la primera victoria en Qatar fue de un españolito llamado Jorge Lorenzo, en 125cc, al que acompañó en el tercer peldaño del podio otro paisano, Álvaro Bautista. Que Daniel Pedrosa dejó muy encarrilado su asalto al título de 250cc con un segundo puesto que le supo a gloria. Y, además, que Sete Gibernau y Rubén Xaus culminaron un sábado de gloria con dos magníficas actuaciones en MotoGP. El primero festejó su cuarta victoria de la temporada y el segundo, su primer podio en la clase reina. ¿Se puede pedir más? Quizá sí: que a Carlos Checa le abandone algún día la mala suerte. Pero eso es mucho pedir...

El milagro es posible.

La victoria de Gibernau trajo consigo el premio de los 25 puntos más valiosos del campeonato merced a la caída de Valentino Rossi en la sexta vuelta de carrera. Gracias a ello, los 39 puntos de ventaja con los que El Doctor comenzaba el día se quedaron después en 14, con 75 todavía por repartir. Visto de otro modo, Gibernau está a tres victorias de destronar al pentacampeón porque vuelve a depender de sí mismo. El milagro, porque así parecía antes de viajara a Qatar, es más posible que nunca.

La jornada ya comenzó torcida para Valentino cuando, por una golfada de los mecánicos de su equipo la noche anterior, era penalizado con seis segundos en la parrilla y se veía relegado a la última posición. A la hora de la verdad, partió antepenúltimo porque también se sancionó a Max Biaggi, y Neil Hogdson perdió su posición natural, por entrar en el pit lane en la vuelta de formación.

Cuando se apagó la luz roja, Rossi salió disparado con su Yamaha desde la 22ª posición para tomar la primera curva, por dentro, en la novena plaza. Iba atacado, quizá porque intuía que delante Sete se había deshecho sin problemas de Checa para liderar la prueba. En esa primera vuelta, ocurrió lo nunca visto: ¡tres españoles liderando una prueba de MotoGP! Tras los pasos del dúo de cabeza iba Xaus con su Ducati. Increíble, pero cierto.

Contribuyó a que Sete se escapara la humareda que soltó la Kawasaki de Nakano al romper el motor. El japonés era tercero en ese momento en un compacto grupo en el que Rossi se desvivía por ganar posiciones. Antes de su caída en la sexta vuelta, El Doctor ya opositó para irse al suelo en la cuarta cuando tocó por detrás a Barros al final de recta. La suerte le mantuvo en pie, pero la agotó antes de tiempo. Se cayó en la sexta y se llevó las manos a la cabeza porque sabía que acababa de meter a Sete en la pelea por la corona.

Adiós Checa.

En cabeza, Gibernau supo contener las acometidas de su compañero Edwards, que vive en Tavullia (donde Rossi) y apretó al español todo lo que pudo, y Xaus se benefició de la avería de Checa. Al Toro se le fundió la bomba de la gasolina.

Ver a los dos españoles abrazados en el podio (son muy amigos) fue el colofón perfecto a una jornada que abrió Lorenzo en el octavo de litro consiguiendo la victoria más ajustada de la historia. El mallorquín ganó a Andrea Dovizioso por la foto finish, ya que el cronómetro no marcaba ninguna diferencia entre ambos: 0,000 segundos.

Hubiera estado bien que Pedrosa ganara en dos y medio para hablar de otro triplete, pero bastante reconforta ya saber que puede ser campeón el domingo que viene en el GP de Malaisia.