El resultado es provisional hasta que se resuelva la apelación de Seat contra el cántabro por el uso de calentadores en las ruedas. Es su octava corona española, superando así el récord de Zanini.
Ahora sus esfuerzos se centrarán en buscar un volante oficial mundialista, que si no es un Citroën, puede ser un Subaru o un Hyundai. La suerte estuvo ayer de su lado. En el primer tramo Luis Climent rompió la dirección, con lo que quedaba descartado. En el tercero fue Marc Blázquez quien se quedó en la cuneta por una rotura del embrague, por lo que el cuarto puesto del cántabro le aseguraba finalmente su octava corona.