El éxito habría sido aún mayor si la mala suerte no se hubiera cebado en 250cc con Alzamora (se cayó cuando iba 4º) y Fonsi Nieto, que en idéntica posición gripó un cilindro y fue décimo.

Lo de Elías ayer fue el más difícil todavía. Se cayó por la mañana en el warm up a 190 km/h, en el mismo sitio que Crivillé un día antes. Quedó algo mareado y su moto destrozada a sólo dos horas vista del comienzo de la carrera. Sus mecánicos hicieron un trabajo perfecto y el manresano pasó una prueba médica con el doctor Costa.

Quería correr porque ya piensa en el título. Sumó su quinto podio y entró justo por delante de Poggiali, líder del Mundial, del que ahora sólo le separan tres puntos. Rodri puso de los nervios en el muro a un Aspar que veía atónito como remontaba desde el puesto 14º para llegar a ser 5º. Un problema eléctrico al final le impidió luchar por el podio. "Estoy confundido", dijo con humor imitando al cubano Dinio nada más bajarse de la moto.

Faltó un poquito, indicaba Checa desde el podio. Ahora se puede desvelar toda la historia que ha tenido un final feliz pero no perfecto. En Inglaterra le pidió a AS que trajera la bandera de España a Alemania para dársela cuando ganase.

Eso ya ocurrió en el GP de Madrid 98, su último triunfo, y aunque esta vez no ganó, peleó como un campeón y era de ley entregársela, aunque nos debe una victoria. "Espero que llegue pronto, no lo olvidaré y guardaré la bandera", dijo.

Yamaha colocó a sus motos en las cuatro primeras plazas, lo que no ocurría desde Bélgica 90 con Rainey, Ruggia, Lawson y Sarron. Rossi, séptimo ayer, tiene a Biaggi a 10 puntos.