Pero por el momento la partida la gana el colíder del Mundial, Tommi Makinen, que marcha por delante del español en la general.

Las condiciones extremas de la cita africana han pasado factura a muchos favoritos. El abandono más notorio ha sido el del otro colíder, Colin McRae, que se salió y no pudo llegar a la asistencia posterior. Pero también se han quedado en el camino Richard Burns, Marcus Gronholm y Didier Auriol.

Tras perder más de dos minutos a causa de esos dos pinchazos en las especiales iniciales, Sainz ganó las otras dos restantes de la jornada, y redujo el tiempo perdido con Makinen hasta un minuto y medio. Si en dos tramos ha recortado esa distancia, es fácil pensar en la remontada, ya que hoy se disputará la etapa más dura de la prueba, y mañana se repetirá la de hoy.

Al contrario de lo que se podría pensar, en Kenia hace frío, y durante la etapa cayeron lluvias torrenciales que aumentaron las dificultados de la prueba. Además del abandono de McRae al salirse de la pista y quemar el embrague intentando reincorporarse, Burns también se retiró con un toque en su coche, Auriol quemó el suyo y Gronholm arrancó una rueda.

La dureza aún puede seguir dando sorpresas como lo fue que Armin Schwarz marcara ayer el mejor tiempo en el tramo incial con su Skoda. Pero la historia favorece a Sainz. El pasado año perdió sus opciones en la primera etapa por los pinchazos, y en las siguientes marcó los mejores tiempos. Por eso, la distancia con Makinen no parece insalvable.