La carrera de Assen le hizo pasar a la historia como el piloto español más joven capaz de ganar un gran premio. “Esta carrera sí que la he visto más veces que otras, por lo menos dos o tres, y sufrí un montón haciéndolo porque estaba mojado y costaba trabajo sujetarse. ¡Creía que me iba a caer!”, reconoce con la simpatía de siempre la gran baza española de la temporada 2001. Ahora llega la cita de Donington Park, octava prueba de la temporada, y debe ser la de su confirmación como candidato al título de 125. Es tercero en la clasificación, a sólo 11 puntos del líder, Manuel Poggiali (Gilera).
De puertas a fuera, Elías deja claro que hablar del título a estas alturas son palabras mayores y mantiene su mismo planteamiento humilde que tan buenos resultados le está dando: “Estamos a once puntos nada más y, aunque empezamos mal el campeonato, estamos cerca. Pero prefiero no pensar en ello y centrar mis objetivos carrera a carrera. Si tiene que venir ya vendrá solo y será bienvenido”.
Puestos a marcarse objetivos a corto plazo, el próximo debe ser mejorar con creces el 14º puesto obtenido la pasada temporada en Donington, aunque el de Manresa prefiere no aventurarse a pronosticar un resultado. Sí avisa de que le gusta el circuito y cree que la filosofía a seguir será “trabajar mucho desde el primer día”. Los aficionados españoles deberán estar atentos a sus evoluciones este fin de semana, como también lo harán seguro sus rivales en la pista. "No estoy muy acostumbrado a ser la referencia de otros pilotos y en Assen ya empecé a buscar algún modo para que no me cogieran la rueda en los entrenamientos- llegó incluso a pararse un minuto y medio a un lado de la pista para que le dejaran en paz- y creo que aquí se repetirá la historia".
Recursos no le faltarán porque ya ha demostrado lo astuto que es, como tampoco le faltan a la hora de colocar los trofeos mundialistas que gana. "La copa de primero la he colocado en medio de las otras dos de Le Mans y Montmeló", dice. Además, si llegase el caso tampoco debería faltarle una ayudita divina. Hace méritos para ello: "Llevo siempre conmigo tres colgantes: una estrella, la Virgen de Montserrat y la de Lourdes".