Latre le monta un lío al Atlético

Jaime Latre impidió al Atlético ganar. Dos errores de su segundo asistente, José María Carrera García, al anular por fuera de juego dos goles de Griezmann y Tiago, convirtieron al árbitro en el protagonista del partido. Igual que en la ida en San Mamés el Athletic perdió con un penalti que no fue a Tiago, en este encuentro el Atlético no ganó por dos fallos del equipo arbitral encabezado por Jaime Latre. Otros partidos así (con el público encendido por un arbitraje discutido) los había ganado el Atlético del Cholo. En esta ocasión no le tocó. El fútbol es así. Y los arbitrajes.

Los jugadores del Atlético no pueden afrontar los partidos con frialdad. Necesitan que haya fuego en sus acciones. Para que la catapulta de Simeone funcione deben lanzar los balones en llamas y disputar los duelos encendidos. Cuando los jugadores del Atlético siguen las indicaciones de su técnico de manera funcionarial suelen tener un mal día en la oficina. Necesitan que haya un chascarrillo en los pasillos, una movida con el rival para encenderse y hacer bueno el planteamiento del Cholo desarrollándolo con pasión y vehemencia.

Eso les pasó a los rojiblancos ante el Athletic. Los de Valverde la tocaban mejor llegaban más que los de Simeone. San José rozó el gol y la escuadra con un cabezazo poderoso a la salida de un córner y más tarde fueron Sola e Iturraspe los que lo intentaron con disparos lejanos y desviados. Creó más problemas cuando Valverde modificó el 4-2-3-1 inicial poniendo un 4-4-2 con Mikel Rico en la izquierda y Williams fue más peligroso de segundo punta con Kike Sola. El Atlético iba ganando yardas, pero se le veía plomizo y plano.

Todo hasta el minuto 40, uno antes Raúl García remató de cabeza a la salida de un córner, en el primer remate entre los tres palos que paró fácil Iago Herrerín. En el minuto 40 Koke por fin metió un buen centro al área en jugada. La pelota le llegó a Torres que se zafó de los agarrones de Etxeita y enganchó una buena volea que despejó bien Hererrín a córner. Torres siguió la jugada y remató, pero nada más rematar se fue encendido a protestar al árbitro, cara con cara, pidiéndole penalti. Tarjeta amarilla de manual a El Niño por protestar y el Atlético llegó al descanso con la chispa que necesitaba para ser el Atlético del Cholo, ese equipo que compite con todos y que gana a muchos, a casi todos. Extrañó a algunos la vehemencia en la protesta de Torres, pero El Niño venía caliente porque le habían hecho varias faltas que Jaime Latre no había pitado. Hay quien ve en las protestas de Torres las indicaciones de Simeone y detrás sólo hubo un enfado y la demostración de su jerarquía de supercampeón que lo ha ganado todo.

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