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LEVANTE 0 - BARCELONA 5

El acorazado culé no da tregua

Cuarto triunfo del Barcelona, que sigue sin encajar goles, suma 11 a favor y aventaja en cuatro puntos al Atlético y en seis al Madrid. Messi falló un penalti.

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El acorazado culé no da tregua

El Barcelona de Luis Enrique sigue su inmaculada carrera en la Liga basándose más en una eficacia demoledora que en la estética. De momento, los barcelonistas suman 12 puntos de 12 posibles y lideran en solitario la Liga con cuatro puntos de ventaja sobre el Atlético y seis sobre el Madrid tras ganar al Levante por 0-5 en un enfrentamiento que fue un ejercicio de contundencia de manual adornado con algunos destellos de la innegable calidad que tiene el equipo blaugrana.

De entrada, el Barcelona maduró el partido sin dar la sensación de avasallar, pero este equipo de Luis Enrique es un rodillo que convierte el paso de los minutos en una tortura para los rivales, que llegan perdiendo de cuatro al minuto 20 de la segunda parte sin tener la sensación de haber hecho nada mal, mientras que el equipo blaugrana sigue como una locomotora, sin alardes, pero sin bajar el pistón. A la espera de la espectacularidad, Luis Enrique ha forjado un equipo que es un acorazado, trabajado físicamente a más no poder, tácticamente muy serio, defensivamente sólido y que tiene a Messi como un solista que cuando aparece, desequilibra. Valga como prueba de ello que tras cuatro jornadas de Liga y una de Champions, aún no hay nadie que le haya marcado un gol al Barça.

Si a eso le sumamos un árbitro que deja al Levante, que ya llegaba diezmado al partido, con un jugador menos en la primera parte a causa de una tarjeta roja incomprensible a Vyntra, lo normal es que se produzca una carnicería como la que se consumó ayer en Orriols. La divisa de este Barça es que logra que los partidos se le hagan muy largos a los rivales.

La meritocracia barcelonista instaurada por el técnico asturiano no entiende de nombres, ayer quedó claro cuando Neymar ya con el partido resuelto y bajo la lluvia tuvo un encontronazo con un defensa del Levante y tras lanzar alaridos en la banda, requirió la asistencia del médico ante la alarma general del estadio. Parecía grave. Enseguida se pidió el cambio, pero entonces, el brasileño dijo que estaba para jugar y se enojó con el médico. La decisión estaba tomada. Neymar, visiblemente enfadado, se fue al banquillo y Sandro al campo. No se notó el cambio y eso que hasta ese momento, el brasileño estaba siendo de lo mejor del Barça. A partir de entonces, el Barça se dio un festín ante un Levante agotado.

No obstante, al Barça le costó entrar en el partido, porque el Levante estuvo muy serio atrás en el inicio del partido y logró desconectar a Messi de sus compañeros. Pero al argentino no puedes aislarlo todo el rato y pasada la media hora de juego, un magistral pase de Leo supuso el primer gol de Neymar. Pudo quedar resuelto el partido diez minutos después cuando a Messi se le ocurrió volver a aparecer y le hicieron penalti, severo, castigado con una más que discutible roja a Vyntra. Messi falló el penalti a consciencia pero el partido estaba visto para sentencia.

Antes del fin de la segunda parte, Rakitic, de un zambombazo de fuera del área despejó el camino y a partir de ahí, la segunda parte fue un calvario para los locales. Neymar se hizo pupa y se apartó de la partida, pero Sandro entró como un miura en el campo. El canario marcó el tercero, dió un taconazo para que Pedro hiciese el cuarto a pase de Alba y el quinto lo marcó Messi, que convirtió un error garrafal del portero levantinista en una vaselina sublime. Un 0-5 que demuestra que este Barça es un acorazado muy bien armado.